15/4/13

Sobradamente preparados



Hoy he tenido el placer de escuchar al Prof. Juan Juliá –Rector hasta dentro de unos días de la Universidad Politécnica de Valencia en su comparecencia en el “Consell Valenciano de Cultura”, para informar sobre la Universidad y la Ciencia. Tras dejar claras las diferencias entre los Centros que imparten docencia universitaria (mal llamados Universidades “privadas”) y la Universidad, donde la investigación debe presidir la actividad de la comunidad académica, ha habido tiempo para repasar cosas que solemos oír sobre si sobran universidades en España, si hay demasiados universitarios, o la cacareada cuestión sobre el exceso de preparación que se exige, o sobre esa necia afirmación que grita que los jóvenes –para cubrir las pocas vacantes laborales que el mercado ofrece están “sobradamente preparados”.


Nadie está “sobradamente preparado”. Es la empresa, y la avaricia, y la ignorancia, y la estulticia, las que han hecho que ese grito haya llegado a ser la forma de llamar a toda una generación que se está perdiendo. Ni sobran universidades en España (de hecho vamos a la cola del mundo en ese asunto y en otros muchos), ni sobran universitarios, ni es de recibo decir que muchos deberían hacer enseñanza profesional, porque falta mano de obra especializada y sobran universitarios. Si falta mano de obra especializada, será porque falta, pero no porque sobren los otros. Lo que aquí sobra son ignorantes y avaros. Y lo que falta es vergüenza ajena. Y si las cosas fueran como deben ser, no estarían absorbiendo las universidades y empresas extranjeras lo más granado de nuestros titulados superiores o los técnicos y especialistas profesionales.

Aquí nada sobra. Diré mejor: aquí todo falta. Falta que la sociedad respete a quienes estudian y les tengan en gran consideración. Falta gallardía en los empresarios y en los políticos que dejan que los “sobradamente preparados” sean materia de exportación a otros países más respetuosos con el talento que nosotros. Falta que la Ciencia y las Humanidades caminen juntas. Falta un sistema de becas y préstamos/ayudas, para que no se quede fuera de la especialización nadie que tenga tesón y talento. Y falta que quienes tienen de sobra, paguen las tarifas que sus rentas pueden permitirse.


Estamos protestando por muchas cosas, en esta España en crisis (antes teníamos que haber comenzado a protestar). Protestamos –y con razón por cosas que claman al cielo en estos momentos: desempleo, pensiones, desahucios… Pero no se oyen voces que protesten contra la ignorancia, contra los que no permiten el desarrollo de la Ciencia, contra los que impiden el avance de las Artes… ¿Por qué siempre hay algo que resulta más rentable que la Ciencia para quienes ostentan el poder? ¿Por qué siempre hay algo más urgente que el bienestar social o la excelencia universitaria?

¿Dicen que sobran Universidades? ¿Que sobran universitarios? Es vergonzoso que esto se diga en un país –el nuestro que no invierte en educación la parte que le corresponde de acuerdo con el Producto Interior Bruto; en un país que todavía no ha aprendido a contener el gasto público.

Anoten esto: aquí no sobra de nada. Aquí en todo caso falta de todo. Hasta la necesaria vergüenza, falta.